16 de abril de 2007

El Alquimista: Cuento para un amigo

Hace mucho, mucho tiempo. Cuando la ciencia todavia era mas magia que técnica vivio un pobre alquimista, cuya obsesión era la busqueda de la piedra filosofal.

Se decia de esta piedra que podía convertir cualquier metal en oro. Y esta era la obsesión de nuestro amigo. Descubrir el secreto y erradicar la pobreza de las gentes de su pueblo.

Cuenta la leyenda que alcanzo el exito ya que descubrio la formula, pero a un alto precio. Para que la formula funcionase era necesaria una porción de su propia sangre.

Nuestro heroe se lanzo a las calles y repartio todo el oro obtenido entre sus vecinos as necesitados. Pero se le acabo. Asi que volvio a su laboratorio para hacer mas.

En cuanto la noticia se corrio por el reino, largas colas se formaron a la puerta de su casa. Pobres, hambrientos y necesitados se agolpaban para conseguir parte del oro del alquimista.

Pero tambien acudieron truhanes, ladrones y vividores para sacar tajada del hallazgo. El alquimista lo sabia, pero pensaba para si - "A mí, nada me cuesta y asi hare felices a todos"-

Y asi siguio fabricando oro a costa de su salud. Pero nunca era suficiente. Como a la gente no le costaba ningun esfuerzo conseguir el oro, no lo valoraban y lo gastaban alegremente en fiestas y caprichos. Nadie tenia en cuenta los sacrificios del alquimista.

Y asi, con el tiempo nuestro amigo enfermó a causa de la perdida de sangre hasta que se consumió y fallecio. Como fuera que murió sin descendencia y nadie se molesto en apender la técnica, se perdio la formula del oro. Y a los pocos meses nadie se acordaba ni del alquimista ni de su oro. Los pobres eran igual de pobres y los ricos tambien...

Y os preguntareis el porque de este cuento... es mi ora de intentar evitar que un amigo acabe como el alquimista y no habrá logrado nada.

Toma nota. Ofrece tu amistad a quien la gane, haz feliz a quien lo merezca y así tu amistad y tu afecto no perderan su valor.

No hay comentarios: